¿Qué es mejor para los nervios, esperar siempre lo malo o siempre lo bueno? Y es así que lo más simple no es sencillo cuando se trata de realizarlo, y que todo paso da que pensar.Si retrocedemos un poco para disponer de mayor perspectiva, acaban evidenciándose varias cosas que, de otro modo, pasan inadvertidas. “Lo terrible es, lo descubrí en ese instante, que todo lo increíble es verdadero.” Elena Garro (la culpa es de los tlaxcaltecas).
martes, 19 de julio de 2016
II) El poder del aprendizaje consciente
Desde el parvulario en adelante, si no antes, a todos se nos pide que prestemos atención. Aunque nadie cree necesario explicar qué significa esto, gradualmente aprendemos que significa estar quieto y concentrado únicamente en el tema que tenemos entre manos. Si nuestra mente divaga decimos que estamos distraídos. (Langer, 2000, 40). ¿Te has detenido a entender que pasa con tus estudiantes y contigo mism@ en tus espacios de vida? ¿será que hemos aprendido mal?
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Normalmente cuando el alumno presenta bajas calificaciones, reprueba o se da debaja lo culpamos porque no cumple con sus tareas en clase, platica o se distrae con facilidad. Dificilmente hacemos un autoanálisis si soy el causante de todo esto y evitar descubrir el grado de complicidad en ello, preferimos seguir pensando que el culpable de lo que le pasa es el mismo. La atención que normalmente presta el alumno durante la clase es de aproximadamente 25 minutos, tendremos entonces que buscar nuevas estrategias mas diversificadas y manterner al alumno no los 25, si no los 50 minutos atentos a nuestra clase. Y no es que hayamos aprendido mal, ahora existen muchos distractores en los cuales nuestra mente la mantiene ocupada y en ocasiones con mayor fuerza que nos evita concentrarnos en su totalidad. Mi comentario, Ramón.
ResponderEliminarEsta situación ya la he vivido, y creo que todos en algún momento; es algo comú, en qué estamos con nuestro discurso y notamos que la atención de los niños está en otras situaciones. Y cuando reflexionó sobre ello caigo en cuenta que la manera en que estaba dandoles la clase no era de su agrado; no es que no les interesará, pero estar sentados y atentos durante un período largo de tiempo, es además de estresante un trabajo duro, más cuando ellos tienen el deseo de expresarse, de darse a saber, de compartir, de construir, de demostrar. En ocasiones una clase dirigida desde el pizarrón hacia una butaca es pertinente, sobre todo cuando han tenido periodos largos de ejercicio y exitación, y tienen ganas de sentarse un momento tranquilos y escuchar. Por ello es importante observar cada momento del estudiante, de la clase, de nuestra capacidad, y de la gestión que podemos hacer de estas características; parece un trabajo difícil, sin embargo cuando observamos cada uno de sus componentes y los integramos, vemos que no es tan complicado, sino complejo; y comenzamos a preparar materiales para diferentes momentos que se pueden dar, entonces la clase se dará de forma más natural, facilitando el proceso de enseñanza y mejorando el de aprendizaje.
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