¿Qué es mejor para los nervios, esperar siempre lo malo o siempre lo bueno? Y es así que lo más simple no es sencillo cuando se trata de realizarlo, y que todo paso da que pensar.Si retrocedemos un poco para disponer de mayor perspectiva, acaban evidenciándose varias cosas que, de otro modo, pasan inadvertidas. “Lo terrible es, lo descubrí en ese instante, que todo lo increíble es verdadero.” Elena Garro (la culpa es de los tlaxcaltecas).
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Este capítulo me hizo recordar un refrán que mi padre me decía "El que de joven ayuna, de viejo se desayuna y el que de joven no guarda, de viejo ladra". Lo que el queria decirme con esto, era que todo lo que pudiera lograr mientras mis condiciones fisicas y mentales me lo permitieran, posterirmente en una edad adulta gozaria de todo lo realizado anteriormente. También me decía que si estudiaba una carrera, después viviria mas comodamente de esa profesión, de cierta forma si nos esforzamos ahora en lograr algo, después tendremos nuestra recompensa. Esto puede ser frustrante el no conseguir el objetivo o no ser lo que se esperaba y preguntarnos al final, ¿para esto me preparé tanto?, ¿todo lo que dejé de hacer por esto? El vivir al dia, sin pensar lo que pueda pasar mañana es una decisión personal y que nadie sabe lo que nos tiene preperado el destino para bien o para mal. Mi comentario, Ramón.
ResponderEliminarEsta frase es muy común, la utilizamos como papás, y como docentes; la hacemos propia en cada momento de las acciones relacionadas al trabajo,tanto que hemos llegado a pensar que sólo después de un gran sacrificio se puede obtener una recompensa, sin embargo no tiene que ser así, el trabajo puede ser gratificante cuando encontramos el aspecto remunerante de él, evidentemente no tiene que ser económico ni siquiera a través de una recompensa material, sino aquella que viene del espíritu. Debemos dejar esa vieja creencia que se ha convertido en un hábito, en donde trabajamos para vivir y vivimos para trabajar, para consebirlo como una relación sinérgica en la que desarrollamos habilidades y actitudes que después pondremos en práctica para satisfacer nuestros gustos, ideas, sentimientos y necesidades; no significa que seamos conformistas o que no tengamos un proyecto de futuro, pero que busquemos un punto de equilibrio entre presente y futuro, permitiéndonos disfrutar de lo que la vida nos brinda, ya que finalmente a eso venimos al mundo, a dejar un legado siendo felices y plenos; somos lo que decidimos vivir.
ResponderEliminarEsta frase es muy común, la utilizamos como papás, y como docentes; la hacemos propia en cada momento de las acciones relacionadas al trabajo,tanto que hemos llegado a pensar que sólo después de un gran sacrificio se puede obtener una recompensa, sin embargo no tiene que ser así, el trabajo puede ser gratificante cuando encontramos el aspecto remunerante de él, evidentemente no tiene que ser económico ni siquiera a través de una recompensa material, sino aquella que viene del espíritu. Debemos dejar esa vieja creencia que se ha convertido en un hábito, en donde trabajamos para vivir y vivimos para trabajar, para consebirlo como una relación sinérgica en la que desarrollamos habilidades y actitudes que después pondremos en práctica para satisfacer nuestros gustos, ideas, sentimientos y necesidades; no significa que seamos conformistas o que no tengamos un proyecto de futuro, pero que busquemos un punto de equilibrio entre presente y futuro, permitiéndonos disfrutar de lo que la vida nos brinda, ya que finalmente a eso venimos al mundo, a dejar un legado siendo felices y plenos; somos lo que decidimos vivir.
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