sábado, 21 de enero de 2017

ESPAÑOL Crear con tus estudiantes una historia en base a uno de las siguientes características: compártelo con imágenes, videos o mediante un documento


1. El binomio fantástico:
Para elegir un binomio fantástico es bueno hacerlo mediante el azar. Por ejemplo: armario y perro. Un armario por sí solo no suele hacer reír ni llorar, pero formando pareja con un perro, es otra cosa: el perro en el armario, el perro con el armario, el armario del perro, el perro sobre el armario, etc.
El binomio nos puede ofrecer historias fantásticas variadas. Por ejemplo: El armario del perro me parece sobre todo una buena idea para arquitectos. Está hecho para guardar el abriguito del perro, la colección de los bozales y las correas.

2. Qué ocurriría si…:
Se trata de hacernos preguntas para contar historias. Por ejemplo: ¿qué ocurriría si un hombre se despertase transformado en un escarabajo?
Para formular una pregunta, es necesario elegir al azar un sujeto y un predicado. Por ejemplo, con el sujeto “ríos” y el predicado “volar” podría salir: ¿qué ocurriría si todos los ríos se echasen a volar?

3. Viejos juegos:
Consiste en recortar títulos de periódicos y revistas y mezclarlos para conseguir noticias absurdas y/o divertidas. Por ejemplo: Un juez / investiga para ser más limpio / ante el fracaso de las negociaciones.

4. Los cuentos al revés:
Invertir los cuentos tal y como se conocen. Por ejemplo: Blancanieves no se encuentra a 7 enanitos sino a 7 gigantes. ¿Cómo sigue la historia? Es aplicar la técnica de la inversión a un cuento.

5. Ensalada de cuentos:

Se combinan unos cuentos con otros, mezclando personajes, lugares, acontecimientos… Por ejemplo: Caperucita se encuentra a Pulgarcito y a sus hermanos.

sábado, 17 de diciembre de 2016

EL ENCUBRIMIENTO DEL OTRO: MATEMATICAS

¿A QUÉ "OTRO" ESTAMOS FORMANDO? ¿QUÈ CARACTERISTICAS DEBERÍA TENER UN FORMADOR EN ESTE TIEMPO? USA ARGUMENTOS DE LA LECTURA ¿QUE LUGAR OCUPA EL FORMADOR COMO SER IGUALMENTE LEGITIMO ANTE LA REALIDAD DE LA ESCUELA? ¿qué significa formar al otro? ¿quién es ese otro? ¿somos un otro? ¿cómo legitimar al otro? Paz insistirá en la dualidad del ser. Somos al mismo tiempo nosotros y el “otro” es nuestro doble, nuestro ser desconocido, afirma Paz. Hay en nosotros una presencia ajena que es también nosotros y que constantemente está en una relación de oposición dialéctica con nuestro propio “yo” ¿la escuela, tal como la conocemos, reproduce la diferencia o dispone de las bases para atender la otredad? "Antes de dormir" No, si tu eres otro : ¿quién soy yo? Te repito, ¿tú, a quién tienes? A nadie, excepto a mí. Tú también estás solo, tú también tuviste una infancia solitaria y ardiente - todas las fuentes te hablan , todos los pájaros te obedecían - y ahora... No me interrumpas. Empezaré por el principio: cuando te conocí - sí, comprendo muy bien tu extrañeza y adivino lo que vas a decirme: en realidad no te conozco, nunca te he visto, no se quién eres. Es cierto . En otros tiempos creía que eras esa ambición que nuestros padres y amigos nos destilan en el oído, con un nombre y una moral - nombre y moral que a fuerza de roces se hincha y crece, hasta que alguien viene con un menudo alfiler y revienta la pequeña bolsa de pus - ; más tarde pensé que eras ese pensamiento que salió un día de mi frente al asalto del mundo; luego te confundí con mi amor por Juana, María, Dolores; o con mi fe en Julián, Agustín, Rodrigo. Creí después que eras algo muy lejano y anterior a mí, acaso mi vida prenatal. Eras la vida, simplemente. O, mejor, el hueco tibio que deja la vida cuando se retira. Eras el recuerdo de la vida. Esta idea me llevó a otra: mi madre no era matriz sino tumba y agonía los nueve meses de encierro. Logré desechar esos pensamientos. Un poco de reflexión me ha hecho ver que no eres recuerdo, ni siquiera un olvido: no te siento como el que fui sino como el que voy a ser, como el que está siendo. Y cuando quiero apurarte te me escapas. Entonces te siento como ausencia. En fin, no te conozco, no te he visto nunca, pero jamás me he sentido solo, sin ti. Por eso debes aceptar aquella frase - ¿la recuerdas: "cuando te conocí"? - como una expresión figurada, como un recurso del lenguaje. Lo cierto es que siempre me acompañas, siempre hay alguien conmigo. Y para decirlo todo de una sola vez: ¿quién eres? es inútil esconderse más tiempo. Ha durado ya bastante este juego. ¿No te das cuenta de que puedo morir ahora mismo? Si muero, tu vida dejará de tener sentido. Yo soy tu vida y el sentido de tu vida? O es a la inversa: ¿tú eres el sentido de mi vida? Habla, di algo. ¿Aún me odias porque amenacé con arrojarte por la ventana? Lo hice para picarte la cresta. Y te quedaste callado. Eres un cobarde. ¿Recuerdas cuando te insulté? ¿Y cuando vomité sobre ti? ¿Y cuando tenías que ver con esos ojos que nunca se cierran cómo dormía con aquella vieja infame y que hablaba de suicidio? Da la cara. ¿Dónde estás? En el fondo, nada de esto me importa. Estoy cansado, eso es todo. Tengo sueño. ¿no te fatigan estas interminables dsicusiones, como si fuésemos un matrimonio que a las cinco de la mañana, con los párpados hinchados, sobra la cama revuelta sigue dando vueltas a la querella empezada hace veinte años? Vamos a dormir. Dame las buenas noches , sé un poco cortés. Estás condenado a vivir conmigo y deberías esforzarte por hacer la vida más llevadera. No alces los hombros. Calla si quieres, pero no te alejes. No quiero estar solo: desde que sufro menos soy más desdichado. Quizá la dicha es como la espuma de la dolorosa marea de la vida, que cubre con una plenitud roja nuestras almas. Ahora la marea se retira y nada queda de aquello que tanto nos hizo sufrir. Nada sino tú. Estamos solos, estás solo. No me mires: cierra los ojos, para que yo también pueda cerrarlos. Todavía no puedo acostumbrarme a tu mirada sin ojos. Octavio Paz

jueves, 17 de noviembre de 2016

ESPAÑOL 4º "EL ENCUBRIMIENTO DEL OTRO" E. DUSSEL

"Marina grita: Oh, sal ya, hijo mío, sal, sal, sal entre mis piernas... sal, hijo de la chingada... adorado hijo mío [...] hijo de las dos sangres enemigas [...] Contra todos deberás luchar y tu lucha será triste porque pelearás contra una parte de tu propia sangre [... Sin embargo] tú eres mi única herencia, la herencia de Malintzin, la diosa, de Marina, la puta, de Malinche, la madre [...] Malinxochitl, diosa del alba... Tonantzin, Guadalupe, madre" (Fuentes, 1970, 173-175). ¿qué significa formar al otro? ¿quién es ese otro? ¿somos un otro? ¿cómo legitimar al otro? Paz insistirá en la dualidad del ser. Somos al mismo tiempo nosotros y el “otro” es nuestro doble, nuestro ser desconocido, afirma Paz. Hay en nosotros una presencia ajena que es también nosotros y que constantemente está en una relación de oposición dialéctica con nuestro propio “yo” ¿la escuela, tal como la conocemos, reproduce la diferencia o dispone de las bases para atender la otredad? "Antes de dormir" No, si tu eres otro : ¿quién soy yo? Te repito, ¿tú, a quién tienes? A nadie, excepto a mí. Tú también estás solo, tú también tuviste una infancia solitaria y ardiente - todas las fuentes te hablan , todos los pájaros te obedecían - y ahora... No me interrumpas. Empezaré por el principio: cuando te conocí - sí, comprendo muy bien tu extrañeza y adivino lo que vas a decirme: en realidad no te conozco, nunca te he visto, no se quién eres. Es cierto . En otros tiempos creía que eras esa ambición que nuestros padres y amigos nos destilan en el oído, con un nombre y una moral - nombre y moral que a fuerza de roces se hincha y crece, hasta que alguien viene con un menudo alfiler y revienta la pequeña bolsa de pus - ; más tarde pensé que eras ese pensamiento que salió un día de mi frente al asalto del mundo; luego te confundí con mi amor por Juana, María, Dolores; o con mi fe en Julián, Agustín, Rodrigo. Creí después que eras algo muy lejano y anterior a mí, acaso mi vida prenatal. Eras la vida, simplemente. O, mejor, el hueco tibio que deja la vida cuando se retira. Eras el recuerdo de la vida. Esta idea me llevó a otra: mi madre no era matriz sino tumba y agonía los nueve meses de encierro. Logré desechar esos pensamientos. Un poco de reflexión me ha hecho ver que no eres recuerdo, ni siquiera un olvido: no te siento como el que fui sino como el que voy a ser, como el que está siendo. Y cuando quiero apurarte te me escapas. Entonces te siento como ausencia. En fin, no te conozco, no te he visto nunca, pero jamás me he sentido solo, sin ti. Por eso debes aceptar aquella frase - ¿la recuerdas: "cuando te conocí"? - como una expresión figurada, como un recurso del lenguaje. Lo cierto es que siempre me acompañas, siempre hay alguien conmigo. Y para decirlo todo de una sola vez: ¿quién eres? es inútil esconderse más tiempo. Ha durado ya bastante este juego. ¿No te das cuenta de que puedo morir ahora mismo? Si muero, tu vida dejará de tener sentido. Yo soy tu vida y el sentido de tu vida? O es a la inversa: ¿tú eres el sentido de mi vida? Habla, di algo. ¿Aún me odias porque amenacé con arrojarte por la ventana? Lo hice para picarte la cresta. Y te quedaste callado. Eres un cobarde. ¿Recuerdas cuando te insulté? ¿Y cuando vomité sobre ti? ¿Y cuando tenías que ver con esos ojos que nunca se cierran cómo dormía con aquella vieja infame y que hablaba de suicidio? Da la cara. ¿Dónde estás? En el fondo, nada de esto me importa. Estoy cansado, eso es todo. Tengo sueño. ¿no te fatigan estas interminables dsicusiones, como si fuésemos un matrimonio que a las cinco de la mañana, con los párpados hinchados, sobra la cama revuelta sigue dando vueltas a la querella empezada hace veinte años? Vamos a dormir. Dame las buenas noches , sé un poco cortés. Estás condenado a vivir conmigo y deberías esforzarte por hacer la vida más llevadera. No alces los hombros. Calla si quieres, pero no te alejes. No quiero estar solo: desde que sufro menos soy más desdichado. Quizá la dicha es como la espuma de la dolorosa marea de la vida, que cubre con una plenitud roja nuestras almas. Ahora la marea se retira y nada queda de aquello que tanto nos hizo sufrir. Nada sino tú. Estamos solos, estás solo. No me mires: cierra los ojos, para que yo también pueda cerrarlos. Todavía no puedo acostumbrarme a tu mirada sin ojos. Octavio Paz

martes, 19 de julio de 2016

VII) El poder del aprendizaje consciente

El rey sabiamente vio que cada hermano tenía razón y al mismo tiempo estaba equivocado al reclamar su derecho (Langer,2000,107). ¿que pasa si te equivocas?

VI) El poder del aprendizaje consciente

La misma idea de la inteligencia puede verse obnubilada por un mito: la creencia de que ser inteligente significa saber li que sucede afuera (Langer,2000, 91). ¿eres inteligente? ¿quién y por qué te han negado esa posibilidad?

V) El poder del aprendizaje consciente

¿Cómo sería la vida si recordaremos todo lo que alguna vez conocimos? ¿Me daría cuenta de como te ves hoy si yo mantuviera ante mi imágenes claras de cómo te veías cada vez que te vi? (Langer, 2000, 77) ¿Te has vuelto a preguntar cómo es que eres lo que eres? ¿te has vuelto a divagar en las preguntas laberínticas sobre ti mismo@?

IV) El poder del aprendizaje consciente

Hansel y Gretel perdieron de vista la situación en su conjunto (Langer,2000, 67) ¿tu que has perdido por aprender una sola parte del todo? ¿tu mism@ te has preguntado si eres el todo y sus partes a la vez? ¿serás parasid@ al universo, viajas con él?